jueves, 13 de septiembre de 2012

DEMAGOGIA Y MÁS DEMAGOGIA


Acabamos de leer que “el sindicato CC.OO. ha advertido de que la nueva normativa que regula el Plan Prepara desvirtúa la naturaleza del programa y restringe el acceso al mismo, cumpliendo con el verdadero objetivo que parece tener el Gobierno, que es redistribuir los recursos y no tenerlos que ampliar con un incremento presupuestario extraordinario” y, de hecho,  critican que esa ayuda discrimine entre los que verdaderamente lo necesitan y los que la toman como un ingreso que viene bien para lo que se tercie.
Esto no es más que una perla de las muchas a las que nos tienen acostumbrados cuando contra argumentan con salidas por la tangente en cuestiones como la de que  ¿para qué sirven tantos y tantos liberados sindicales? ¿por qué no se ha de cumplir con la norma establecida  sobre lo de las horas lectivas? ¿por qué se oponen a que las empresas contraten de igual a igual con sus propios trabajadores? ¿por qué no aspiran a la libertad de criticar sobre todo aquello que no favorece al trabajador viviendo de las cuotas de sus afiliados como hacen los sindicatos que realmente cumplen con la función que les corresponde?
Volviendo al asunto del llamado Plan Prepara … ¿tienen alguna propuesta mejor que, sin costar más dinero (tan escaso él por culpa de lo que todos sabemos), cubra necesidades elementales y, de paso,  ayude a la “reinserción laboral” a  todos los que se desviven por hacerlo y no lo logran? Alrespecto y dado que  “la norma incorpora la obligación de realizar acciones de búsqueda activa de empleo durante un periodo mínimo de 30 días y acreditarlo por parte del solicitante…” ¿Es tan malo eso de  pedirles que demuestren que la búsqueda de un trabajo de acuerdo con sus aptitudes es la principal de sus preocupaciones?
Es cierto que  estamos sufriendo una gravísima crisis difícil de imaginar hace no más de ocho años; pero esta crisis no ha surgido sola  ya que, por acción u omisión, es obra de muchos de nosotros, incluidos los que más protestan sin aportar remedios que no sean peores que la enfermedad.
Seamos  serios aunque solamente sea para no dar falsas esperanzas a los que más padecen la crisis y, por defender a los suyos, están dispuestos a agarrarse a un clavo ardiendo

martes, 4 de septiembre de 2012

LIBRÉMONOS DE COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINO


¡Qué fácil y tontorrón es  hablar por hablar cuando no por ocultar  que seguimos en la inopia en todo lo que se refiere a constructivas y viables ideas! Para muchos (y muchas) es la forma de desahogarse  cuando se es político (o política) de profesión, se tienen mínimas posibilidades de ejercer responsabilidades de gobierno, se ve obligado (u obligada) a expresar lo que se entiende por buena gestión democrática y, a falta de algo substancial de cosecha propia, se hace fuerte en la siguiente absolutamente estúpida presunción: yo soy bueno porque tú eres malo.
Si  creemos al que se hace fuerte en tamaña majadería es porque no nos importa comulgar con ruedas de molino  
Viene esto a cuento porque oímos y volvemos a oír eso tan socorrido y tan repetido por políticos y políticas de profesión (perdón por la reiterada superficialidad) de que don Mariano Rajoy, actual Presidente del Gobierno,  lo está haciendo mal, muy mal…, incluso peor que su antecesor, el mismo que nos llevó al borde del precipicio en lo económico, en lo social e, incluso, en lo moral.
El que esto escribe ni vive ni aspira a vivir de la política, pero sí que se considera un ciudadano responsable y, como tal, no quisiera ser víctima de la palabrería de los que dicen ser capaces de arreglar el mundo sin otro argumento del de hablar por hablar. En razón de ello, cuando el que esto escribe oye a la portavoz del PSOE decir que su ejecutiva ha decidido romper con el PP porque no hace nada como tiene que hacerse, se pregunta ¿hasta ahora  y teniendo por delante  tantas cosas qué hacer ante los problemas que ellos mismos nos han dejado, han colaborado los socialistas en algo substancial para aminorar la deuda y apuntar mejores soluciones? Su secretario general ¿ha hecho algo distinto a echar balones fuera o distraer al personal sobre sus directas responsabilidades? ¿no sería mejor, muchísimo mejor y más de agradecer, entonar un sincero mea culpa y arrimar el hombro, aunque solamente fuera para demostrarnos que está de parte de los que creemos que para arreglar un estropicio hay que saber y querer?
Dicho lo dicho, permitidme que os transmita una vez más mi convencimiento de que nuestro actual Presidente sabe lo que tiene que hacer y aplica su firme voluntad para llevarlo a cabo, aunque tantas veces tenga que elegir, entre dos opciones, aquella que, según su criterio, menos perjudica al total de  los españoles, aunque ello aparezca en tantas y tantas tertulias como la preferida por tal o cual grupo social. No sé quien dijo y yo repito: gobernar bien es el arte de lo posible, no perseguir lo deseable sin raíces en la Realidad, sea ello en economía, posibilidades legales o caminos de mejor entendimiento entre personas  y territorios.
Otra cosa es perdernos en laberintos de palabras, palabras y más palabras al dictado de quienes todo lo dicen para que, sin nada que lo demuestre,  los consideremos mejores de los que ahora nos gobiernan, aunque el reciente pasado esté ahí para demostrarnos  justamente lo contrario.