martes, 28 de mayo de 2013

HABLEMOS DE AZNAR

Don José María Aznar López fue lo que ahora es Don Mariano Rajoy Brei: Presidente del Gobierno de España. Ésa es substancial diferencia en la realidad española de hoy. Aquel gobernó y éste gobierna. Aquella fue su circunstancia y la de la época en la que le tocó gobernar. Obvio es reconocer que lo de hoy es substancialmente diferente.
Tales perogrulladas nos llevan al meollo de la cuestión para, de seguido, formular otra perogrullada más: una cosa es lo que se desea hacer y otra muy distinta lo que se puede hacer.
Dicho todo ello, nos atrevemos a formular algunas preguntas a quien no dejamos de reconocer grandes cualidades explícitamente demostradas en su paso por el Gobierno de España: ¿cree usted que es éste el momento de hacer escuela sobre lo que pudo haber sido y no lo fue? En su época ¿era España tan dependiente como ahora de la premiosa burocracia europea? ¿Existía el desmadre de algunos particularismos regionales? ¿Sufríamos los españoles las consecuencias de un desgobierno y despilfarro colosal que nos llevó al punto límite de ser intervenidos por los llamados “hombres de negro”? ¿Empezó usted con unas cuentas del Estado arteramente alteradas, lo que, a no dudarlo, su sentido de la realidad le habría obligado a desdecirse de muchas promesas hechas en muy distintas circunstancias?
Somos muchos los de su Partido que reconocemos que, gracias a usted, España recuperó con creces el prestigio perdido en la previa etapa socialista y, claro que sí, que todo en España parecía enderezarse y caminar hacia un progreso a la altura de los tiempos. Precisamente por ello  esperamos de usted que siga viendo los intereses de España por encima de cualquier otra consideración y, en razón de ello, no deje nunca de sopesar lo que se debe hacer con lo que se puede hacer, esto último según los tiempos y la óptica personal de quien hoy tiene la máxima responsabilidad de la recuperación de España. Así lo quisieron la mayoría de los españoles hace apenas año y medio.  ¿Resultados?  No creemos que haya peligro inminente de intervención de los “hombres de negro” como parecía inevitable hace un año.

jueves, 9 de mayo de 2013

DESDOBLAR NUEVOS EMPLEOS PÚBLICOS Y MUCHO MÁS


Leemos que “la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, afirma que con la propuesta del Ejecutivo de repartir el trabajo en los nuevos contratos de la Administración foral se hará posible que con el mismo coste haya más personas trabajando en este difícil momento".
 Creemos que es una medida  que hay que aceptar como imprescindible en la actual situación: tanto, tanto que, a nuestro entender,  debería hacerse extensible a todas las nuevas oportunidades de empleo en todos los ámbitos de la actividad económica teniendo en cuenta todas las excepciones que requiera  el carácter del puesto de trabajo a cubrir  y, por supuesto, las diversas circunstancias de  tiempo y lugar:
Sería  una forma de abordar con realismo una crisis que, queramos reconocerlo o no, va para largo en cuanto que, a la falta de recursos económicos para recuperar  desaparecidas situaciones, se añade tanto la presión exterior como el radical cambio en los medios y modos de  vivir y trabajar: si nos detenemos a reflexionar sobre lo que ocurre en muchos de los ámbitos de la actividad económica , vemos que lo que hace unos años requería X horas de trabajo ahora se hace o puede hacerse en X partido por dos o mucho más.
 ¿Qué está haciéndose  al respecto? Poco más que nada y ello con seis millones de parados para los cuales no sería la peor de las soluciones el reincorporarse al tren de la productividad en base a eso que se llama  desdoblamiento de nuevos empleos…, también en la Empresa Privada ¿por qué no? 
En este punto cabe preguntarse ¿no es igualmente posible dar facilidades  para reducir la jornada de trabajo a todos aquellos empleados públicos y privados que, por tal o cual causa, desearían trabajar menos horas para atender la familia, proseguir su formación o disfrutar de un merecido ocio, ello, claro está, cobrando en proporción y sin pérdida de los derechos adquiridos?  El que esto escribe piensa que ello no requiere más que leves “burocráticas disposiciones” con el resultado de que, muy probablemente, se verán  beneficiados empleadores y empleados con nuevas vías de ingresos para las arcas públicas. 
Ya en el comienzo de la “Transición”,  reputados economistas y sociólogos  sostenían la necesidad de acompasar  la jornada laboral legal con el progreso de la tecnología productiva de forma que, si ello no se llevaba a efecto, la cifra de parados llegaría a ser absolutamente dramática: apuntaban la conveniencia de ir reduciendo paulatinamente el “reglamentario” número de horas semanales con la consiguiente proporción en los costos salariales y el resultado de  adaptar las oportunidades de empleo a la marcha de la historia. Junto con la posibilidad de hacer realidad eso de  dar facilidades  para reducir la jornada de trabajo a todos aquellos empleados públicos y privados que, por tal o cual causa, desearían trabajar menos horas…¿no es ése el camino para evitar la lacra del desempleo que, además de traer la ruina a tantas y tantas familias, nos lleva a la conclusión  de un puro y simple fracaso existencial?
Bienvenida pues la actitud de Yolanda Barcina, presidenta del Gobierno de Navarra.  Tanto mejor si ello significa el inicio de  un camino hacia  una rigurosa adaptación de nuestras Administraciones Públicas a las exigencias de los nuevos tiempos.