domingo, 25 de mayo de 2014

DEMOCRACIA Y RESPONSABILIDAD PERSONAL

Algo nos pasa a la mayoría de los ciudadanos de a pie cuando no somos capaces de ligar la democracia con la responsabilidad personal. Si algo han demostrado las recientes elecciones al Parlamento Europeo es que la mayoría de los invitados a votar confunde a la Democracia con el aquí me las den todas: no valoran ni poco ni mucho el hecho de que se cuenta con ellos para labrar su propio futuro y se  dejan anular por una poltronería muy similar a la de los que no se deciden a sacar el paraguas cuando ven que, de seguro, va a llover o caer una granizada de tal calibre que puede llegar a “romperles la cabeza”. Hasta los hay que, con el paraguas en la mano, ni siquiera se deciden a abrirlo como a la espera de que lo abra un vecino que, precisamente, no le tiene ninguna simpatía.

Insegura es una democracia en la que la responsabilidad personal brilla por su ausencia. Llamamos responsabilidad personal a ese elemental impulso que nos lleva a prevenir el mal que nos pueda acontecer. Que las cosas no van todo lo bien que quisiéramos y que pueden ir a peor ¿quién puede dudarlo? Pero díme: ¿De qué te quejas  tú, que te privaste de ese ejercicio de responsabilidad que es votar por la menos mala de las soluciones que te dicta el buen criterio que seguro que aplicas a cuestiones bastante menos importantes que el porvenir de esta nuestra insegura Democracia? ¿Creías que se iban a quedar en casa algunos de los que sueñan con eso de que destruir es una forma de crear? 

martes, 20 de mayo de 2014

¿QUÉ HARÁN NUESTROS POLÍTICOS EN EUROPA?

Ya nos gustaría a una buena mayoría de ciudadanos españoles de a pie que  todos los aspirantes a representarnos en Europa se vieran libres  de la Demagogia, ese sucio truco en el que se refugian los mediocres que o no saben o no quieren abordar en profundidad los problemas que a todos nos aquejan.
Viene esto a cuento porque no es de recibo el utilizar un simple desliz semántico como argumento de peso para descalificar una brillante y prometedora carrera Política. A fuer de realistas, si lo que buscamos son buenos gestores que vayan al grano en el estudio, tratamiento y resolución de todos y cada una de las cuestiones que caigan bajo su directa responsabilidad… ¿hay razón para perder tiempo en discurrir sobre si conviene que sea alto o bajo, gordo o flaco, hombre o mujer, amigo de las rimbombancias retóricas o espontáneo en la forma de hablar?
Conozco a uno a quien acusaron de machista por decir que prefería los claveles a las rosas y a otro al que acusaron de homófobo  porque, ante una pregunta con trampa, respondió que, para sus hijos quería un matrimonio tradicional en lugar de los traídos por las modas.  
¿No creéis que, a la hora de elegir nuestros representantes en Europa , lo que verdaderamente cuenta es el acertar para que la actual línea de recuperación no se quiebre hasta echar en saco roto todos los sacrificios que hemos debido sufrir para salir del catastrófico bache  que está en la memoria de todos?
Vemos que los hay de todos los colores entre los candidatos a diputados del Parlamento de la Unión Europea: de los elegidos, algunos irán en solitario y otros en equipo; de éstos últimos habrá quienes preconizarán el gastar por gastar y los que abogarán por ajustar bien las cuentas para que la adecuada administración permita mejorar toda la máquina productiva, sin lo cual tonto es pensar que nos va a ir mejor.

¿Qué harán los nuestros en  Europa? De ti y de mí depende.   

lunes, 12 de mayo de 2014

Solidaridad sí, pero empieza por ti mismo

Para las gentes de lo común, que trabajan si tienen en qué o sufren las consecuencias de una larga, larguísima crisis, es seria decepción el comprobar que tantos y tantos políticos, que no gobiernan pero sí que aspiran a gobernar, no hacen otra cosa que criticar y criticar sin aportar idea positiva alguna pero sí que soltando largos y aburridos discursos apoyándose en el sofisma de que ellos son muy buenos porque los otros son muy malos.
Como ejemplo de sugerentes palabras, olvido histórico, acusaciones fuera de lugar y falta de constructivo contenido, tenemos el discurso de un veterano político que no gobierna pero que sí que ha gobernado y que aspira a gobernar: sin reconocer mérito alguno al que no es de su órbita, resuelva o no los problemas más acuciantes, ha venido a decir que la “solidaridad de la Europa del Norte”  solamente le puede llegar a a la Europa del Sur, es decir, a España, si su partido gana las inmediatas Elecciones Europeas. Según él, ello es así porque su Partido sí que sabe y puede mejorar la situación de todos los españoles sin tener que preocuparse de ajustes presupuestarios ni de otras bagatelas por el estilo y menos de dar explicaciones sobre el cómo y con qué recursos pretende aplicar la fórmula mágica de la “solidaria igualdad”.
 Claro que la solidaridad debiera ser el motor de las relaciones humanas. Así fue en la Polonia de  hace ahora unos treinta años: Los de cierta edad bien recordamos que, hasta los años ochenta del siglo pasado, Polonia era uno de los países más tiranizados por el llamado “socialismo real” hasta que apareció el sindicato Solidaridad (Solidarnoác) dirigido por Lech Walesa y formado por millones de obreros católicos, que entendían que solamente a través de los valores cristianos crece la solidaridad  entre todas las personas iguales en dignidad natural.

Desde el punto de vista materialista, que es el de muchos compatriotas nuestros, a lo más que se está llegando es a la protesta por la protesta y a ver la paja en el ojo ajeno en lugar de quitarse la viga que llevan en el propio.  No es ahí en donde podemos encontrar la solidaridad para construir juntos la España y la Europa en que se premie el trabajo, la generosidad, la libertad y la responsabilidad.