Un gran amigo nos ha pasado un precioso y oportuno
artículo, que publica Intereconomia.com del 21/01/14 y firma Luis Poch de
Gaminde – El Viajero Incansable: es de los que debieran hacer reflexionar a
unos pocos a quienes no importa que todos
los españoles volvamos al primitivismo de veinte siglos atrás. Nos tomamos la libertad de transcribir literalmente
los párrafos que más nos ilustran sobre la belleza e irrenunciable españolidad
de Cataluña:
Cataluña
es una absoluta preciosidad de lugar; sus paisajes, la amabilidad de sus
gentes, la oferta gastronómica… Es una región completísima de nuestra querida
España. Cuenta con un pasado histórico importantísimo ligado a nuestro país
desde hace siglos, como el resto de las regiones históricas de España en
general, aportando su riqueza cultural e inigualables paisajes. Cuna de héroes,
valientes y conquistadores, ateneo de culturas, su gente es cercana,
emprendedora y muy trabajadora. De Viella a Cadaqués,
de Puigcerdá al Delta del Ebro, sus paisajes derrochan belleza y
variedad como pocas veces es vista en un territorio concreto. Por eso, Cataluña
es uno de los destinos favoritos de cualquier viajero que planee un inolvidable
viaje dentro de España. Y estos viajeros que amamos Cataluña y amamos España,
dos entes unidos y dependientes entre sí que no nos dejan de maravillar y
fascinar, estamos cansados de que se mancille este territorio con símbolos,
mentiras y soflamas que oscurecen un ambiente. De esta manera, se va
estropeando todo significativamente, sembrando discordia, diferencias y
enfrentamientos inútiles que no llevan a nada donde antes había paz.
Con
estas premisas, recorremos aquellos lugares de Cataluña que derrochan
españolidad, sitios que nos desvelan en sus piedras e historias, lejos de
tejemanejes nacionalistas sin fundamentos, que Cataluña es España y que España
sin Cataluña no sería España, además de que Cataluña sin España no sería
Cataluña.
Monasterio de San
Jerónimo de la Murtra
En este monasterio a las afueras de Badalona,
Provincia de Barcelona, y no en la Plaza del Rey de Barcelona donde se
dice, fue recibido Colón por los Reyes de España, Fernando e Isabel, tras el
viaje del Descubridor. Por seguridad, se trasladaron a este monasterio de la
Orden Jerónima. Allí, Colón les mostró productos de las nuevas tierras
descubiertas, así como una serie de nativos para que los reyes pudieran ver
cómo eran los hombres de aquellos lares.
BARCELONA, PUERTA DE ESPAÑA
El
Apóstol Santiago llegó a Barcelona antes de ir hacia Galicia, a
evangelizar hasta el fin del mundo (Finisterre). De hecho, la primera cruz que
vieron los pobladores de lo que hoy es España, se vió en Barcelona. La hizo el
mismo Santiago, con dos ramas de pinos, y la colocó sobre una piedra, desde donde
predicaba. Donde está esa piedra es hoy el altar mayor de la Catedral. En la
Hispania visigoda, Barcelona fue capital tres veces antes de trasladarse a
Toledo, en concreto, con los reyes Ataúlfo, Gasaleico y Amalarico (ss. V y VI).
Teudis, sucesor de Amalarico, ya trasladó la capital y corte de la primera
España cristiana a Toledo. También Barcelona y la España imperial tienen mucha
relación; Carlos V al llegar de Flandes con su séquito, encontró comodidad y
buenas relaciones en Barcelona, mientras en Castilla encontró hostilidad.
Por eso, se proclamaría Emperador en Barcelona. Con ello, favoreció el
desarrollo y florecimiento de la Universidad barcelonesa, entre otras cosas.
Cervantes y su hermano junto con muchos catalanes salieron de Barcelona hacia
la batalla de Lepanto, a luchar con otros tantos paisanos de la España
imperial. Uno de esos catalanes era el señor de Requesens, lugarteniente
de Juan de Austria, cuyo castillo visitamos en el primer post de este
blog-Enlace aquí-. Otra curiosidad es que en el actual Barrio de Gracia,
antes población de la periferia barcelonesa de Gracia se celebraba una
importante fiesta, la de San Isidro Labrador, patrón de Madrid y de
los payeses (campesinos) de la llanura barcelonesa, el actual Ensanche. Contaban
en el s.XIX con la Cofradía de San Isidro de Gracia, donde organizaban
procesiones en honor al santo. Como colofón, Barcelona es la única población de
España que puede decir que ha contado con tres plazas de toros en activo.
MONTSERRAT
SANTUARIO DE LA GLEVA
En la Plana de Vic, depresión rodeada de
montañas en la Comarca de Osona, Provincia de Barcelona, se encuentra el
corazón espiritual de Cataluña. En el Santuario de la Gleva, a finales del
siglo XIX en plena Renaixenxa (regeneración literaria de los autores catalanes)
el poeta y sacerdote Jacinto Verdaguer (también llamado Mosén Cinto) pasó una
temporada, escribiendo sus “goigs”-gozos-. Entre ellos, escribió el famoso
poema “Canto a la Inmaculada, Patrona de España”. De esta zona de Cataluña eran
oriundos Jaime Balmes y San Antonio María Claret.
MONASTERIO DE POBLET
Ya en
el siglo XII el Rey de Aragón Alfonso II el Casto quiso (firmado
así en testamento) ser enterrado en Poblet. El Rey Pedro El Ceremonioso encargó
al Maestro Aloi de Montbrai la construcción de 6 sepulcros reales.
Será Panteón Real de la Corona de Aragón durante los siglos XIV y XV, hasta la
extinción de la Corona de Aragón (por el matrimonio de Fernando con Isabel de
Castilla). Este monasterio cisterciense era importantísimo, ya que era dueño de
otras casas cistercienses menores en las poblaciones más importantes de la
Corona de Aragón, como el Monasterio de Piedra, el de la Real en Mallorca,
San Vicente de Valencia o el de Nazaret de Barcelona.
COLOFÓN
“Amo a España porque la conozco” Gregorio
Marañón, médico madrileño.
“¿Españoles?
¡Y tanto! Lo somos más que los castellanos”. Joan Maragall, escritor, abuelo de
Pascual Maragall, Ex-Presidente de la Generalidad.
“¿Tendremos
algún día en Cataluña una auténtica y objetiva historia que no contenga las
memeces de las historias puramente románticas?” Josep Pla, poeta ampurdanés.
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