Según ello, bien podemos reconocer que el apoyo masivo al proyecto de renovación política que Rajoy y su equipo presentan a los españoles, es un claro triunfo del sentido común. A tenor de los resultados de las últimas elecciones generales, nadie cuenta con base para dudar de que el 20N del 2011 marca un antes y un después en la España del siglo XXI y que, pese a las previsibles dificultades, contamos ahora con un freno para no acabar en el abismo.
Abismo era el final que se vislumbraba a la sucesión de incongruencias, despilfarros, mediocridades, contravalores, fútiles invenciones y caprichos de los últimos siete años y pico, esos mismos que cambiaron de dirección la progresiva marcha de la España reconocida por todos como ejemplar y ejemplarizante en la etapa que fue de 1996 a 2004. No necesitamos recordar que ello fue posible a la buena gestión de don José María Aznar secundado por sus ministros, en especial, por don Mariano Rajoy Brey, titular de sucesivas carteras ministeriales y Vicepresidente primero (27 de abril de 2000 – 4 de septiembre de 2003).
La buena marcha de España y los españoles cambió de dirección en las Elecciones Generales del 2004 (¿os acordáis de la tragedia del 11M con sus 191 muertos y 1.858 heridos? ) con el resultado de un gobierno a la medida de los señores Zapatero y Rubalcaba, corresponsables de los millones de parados, miles de millones de deuda, subversión de valores y de todo lo demás que nos coloca entre las más regresivas naciones del mundo occidental. Tanto es así que, al cabo de siete años y pico una abrumadora mayoría del pueblo español ha dicho ¡¡basta!! para dar un voto de confianza al Partido Popular con don Mariano Rajoy Brey a la cabeza.
Con él ha llegado la hora de la Política con sentido común. Trabajosa y larga va a ser la recuperación; pero no imposible si, como es de esperar, se aplican las pertinentes medidas de ajuste con buen tino en la escala de prioridades, eliminación de tantos y tantos gastos superfluos y con escrupuloso respeto a los derechos de los más débiles: bien creemos que, muy pronto, aparecerá una luz en el obscuro túnel en el que nos ha metido la política de la mediocridad, el sectarismo y la palmaria falta de sentido común y que, ojalá más pronto que tarde, se empiecen a ver los efectos de una Política de riguroso sentido común.
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