Como exclusiva de trascendencia nacional, después
de largos meses de discusiones y rumores más o menos fundamentados, la
excelente y bien informada periodista
Susana Grisó, en septiembre de 2012, decía en el programa Espejo
Público:
La noticia todavía no se ha anunciado
oficialmente, pero en Espejo Público hemos podido confirmar de fuentes fiables,
que Sheldon Adelson, magnate del juego, ha tomado la decisión de instalar
el macro complejo Eurovegas en Madrid y más concretamente en unos terrenos del término municipal de Alcorcón.
Sheldon Adelson, de origen judío, con sus ochenta
años muy bien llevados y una fortuna que se estima en más de veinte mil
millones de dólares, pasa por ser la octava persona más rica de USA. Entre sus
obras filan-trópicas, se cita la donación de 25 millones de dólares a la
organización sionista Birthright Israel, otro tanto a favor del Memorial Yad Vashem de Jerusalén
y, al menos, diez millones para financiar la campaña presidencial del candidato
republicano, Mitt Romney, rival de Obama.
Dada la perspectiva de creación de más de doscientos mil puestos de trabajo, era
de rigor examinar el asunto desde la estricta perspectiva empresarial y, sin
subterráneos trapicheos ni espurias escapadas por lo marginal, tomar en
consideración esa formidable oportunidad de empleo masivo que habría sido para
Alcorcón la instalación del complejo Eurovegas.
Cuando todo parecía pertinentemente
encauzado, el pasado 13 de diciembre, desde la propia ciudad de Las Vegas, se lanza el comunicado de que, “después de meses
de conversaciones continuadas a varios niveles con el Gobierno de España y de
un análisis a fondo (Due Diligence), la empresa Las Vegas Sands Corp. no
presentará una propuesta formal de invertir 30 mil millones de dólares en Madrid”.
Entre otras desequilibradas exigencias, el señor Adelson pretendía, ni
más ni menos, reducir la tributación al juego del 45% al 1%, impedir que en Madrid hubiera juego online
y ser “indemnizado” en el caso de que los beneficios no fueran los esperados: la
propia vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, nos ha explicado cómo, a la hora de la verdad, la
otra parte pretendía imponer condiciones “fiscales, crediticias, de restricción
de entrada a nuevos operadores en el mercado y de blindaje jurídico contrarias
a la normativa vigente”.
A la vista de ello, nos alegramos de que
nuestro Gobierno se haya negado a aceptar “peticiones de última hora” que,
además de contradecir el entendimiento evidenciado en anteriores encuentros, no
tiene precedente en otros países:
¡¡Adiós, adiós, señor Andelson!!
Ojalá que el caso nos sirva a los ciudadanos
de Alcorcón para discurrir sobre lo mucho que podemos hacer por nosotros
mismos: por ejemplo, darle utilidad a tantos cientos de hectáreas de barbecho
en un campo a solo doce kilómetros de la Gran Capital.
ENHORABUENA, ALCORCÓN.
ResponderEliminarEUROVEGAS POR FIN, NO.
http://vecinoporalcorcon.blogspot.com.es/2013/12/eurovegas-por-fin-no.html