sábado, 20 de abril de 2013

ODIO, DEMAGOGIA Y DINERO, MUCHO DINERO


¿No es verdad que eso de que “ellos son malos, luego nosotros somos los buenos” es el principal o único argumento de los que quieren arreglar un problema volviendo todo patas arriba? ¿Veis alguna razón para los que, desde la oposición, en lugar de apuntar tal o cual positiva sugerencia, se hagan eco de esa ola de odio y demagogia que tiñe de estúpida regresión las calles de nuestras ciudades?
Fácil ha sido lograr un montón de positivas respuestas a la pregunta de si queremos que se resuelva el problema de los desempleados que se quedan sin casa porque no pueden pagar la hipoteca: ésa era la cuestión, aunque se formulase con otras palabras. Lo que no es de recibo es apoyarse en un apunte de justicia y sentido común por parte de las personas de buena voluntad para intentar derribar el edificio de la estabilidad social ni, mucho menos, para desgañitarse en hacernos ver que la paja en el ojo ajeno es una plaga bíblica mientras la viga en el propio soluciona todos los males por aquello de que “destruir es una forma de crear”. Y ya el colmo nos llega cuando, con torticeros medios que no sabemos quién paga, se intenta cercar al Centro de la Soberanía Popular, dirigir los peores insultos a quienes defienden la salida de la crisis por caminos de orden, libertad y plena dedicación o aterrorizar a gentes inocentes… sin otro argumento que lo dicho: él es malo, luego yo soy bueno (o buena).
Sin duda que puede aspirar a Presidente del Gobierno cualquiera de los que se meten en política, especialmente, el que cuenta con millones de votos; pero ¿cree lograrlo perdiendo posiciones de moderación y aplicando su inteligencia a enfangar los caminos de solución? Pobres de nosotros si prestamos credibilidad al que maneja con artero oportunismo las ingenuidades de los que menos reflexionan.
Nadie puede ni debe ocultar que pasamos por una difícil recesión cuyos más dramáticos efectos son los millones de desempleados y el empobrecimiento de los más débiles.  Todos conocemos el origen de ello y todos sabemos muy bien que, para salir delante de un problema como el nuestro, huelgan los odiosos argumentos y las palabras vacías para dar paso a lo que podemos muy bien llamar un Plan de Recuperación Nacional.
Algunos creemos que la Recuperación ya está en marcha y que lo que procede para la mayoría de los ciudadanos es un mínimo de sentido común en el análisis sobre lo que se está haciendo aunque, para un juicio certero, no nos hagan ningún favor los que corean como “Voz del Pueblo esos minoritarios griteríos de odio y demagogia alimentados por dinero, mucho dinero, que a saber de dónde viene.    

1 comentario:

  1. Todos somos necesarios en Democracia, pero en base a sinceridad, libertad y generosidad

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