martes, 13 de agosto de 2013

UN POCO MÁS DE SENTIDO COMÚN EN POLÍTICA

Entre las muchas y variadas definiciones del sentido común, nos quedamos con ésta del escritor francés Max Jacobs: El sentido común es el instinto de la Verdad.
Claro que, a nuestro entender, ese instinto, para no desvariar, ha de alimentarse continuamente de la generosidad y de la libertad, lo que nos lleva a identificar al sentido común con un valor que nos ayuda a ver todo lo que realmente nos interesa con los ojos de una comunidad de personas de buena voluntad, justamente las mismas que hacen todo lo posible por tratar a los demás como ellas quieren ser tratadas.
A decir verdad, casi nunca el sentido común coincide con la opinión pública, sobre todo si se trata de enjuiciar la política que hacemos o nos hacen. También es verdad que raras veces el sentido común coincide con lo que tal o cual político entiende o dice entender por el bien común, sobre todo cuando, más que buscar la razón de tal o cual decisión, de lo que nos preocuparnos es de criticarla o rebatirla, simplemente, porque no es de nosotros o de nuestro partido de donde viene.
Viene todo esto a cuento por la triste impresión que produce la confusión de ideas, los brotes y rebrotes de la recurrente demagogia, las huidas por la tangente o el no expresar lo que se  piensa por que ello no encaja con el decir del propio partido o del medio de difusión que nos paga … 
Pensamos que todo cambiaría si, libres de envidias, odios y prejuicios, todos y cada uno de nosotros, desde el fondo de la propia conciencia y sin mayores luces que las de una normal inteligencia, dejáramos hablar al sentido común para enjuiciar, por ejemplo, la situación política de la España de hoy. De ser así, habríamos de hacernos preguntas al estilo de… ¿es más importante un inconsecuente cotilleo sobre  el arte de  marear la perdiz de un presunto delincuente que el apuntalar lo que esté en nuestra mano para  reforzar la recuperación en marcha o emitir una reflexión que ayude a resolver un grave y acuciante problema?

Uno piensa que el sentido común está absolutamente reñido con el comportamiento de ese político en el que te hacen pensar las precedentes reflexiones. A saber si lo que realmente le preocupa es la posibilidad de perder votos porque los más acuciantes problemas terminan resolviéndose para bien de todos y cada uno de nosotros.  

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