sábado, 21 de julio de 2012

¿VUELTA A LA REBELIÓN DE LAS MASAS?


No, no es el momento como no lo fue hace ya más de ochenta años. Que está la cosa mal, muy mal, nadie puede negarlo; pero ¿verdaderamente reparamos en que unos pocos nos proponen remedios peores que la enfermedad?
Claro que el Gobierno no todo lo hace bien; tampoco lo haríamos tú y yo en la misma situación. Y, aunque todo lo hiciera bien, por lo que estamos viendo día tras día, no se nos oculta que la oposición pretende crecerse no reconociendo el problema y, lo que es peor, intentando “apagar con gasolina” algún que otro incendio callejero.
El ciudadano responsable no acaba de comprender que estemos volviendo al enfrentamiento visceral entre unos y otros como si la democracia que nos hemos dado no valiera más que para hablar y hablar y, si hace falta corregir algo, que no se toque lo mío. Al respecto, conviene recordar cómo en nuestra ciudad de Alcorcón los más vociferantes de nuestros políticos, a pesar del lastre de deuda que pesa sobre todos nosotros, se niegan a colaborar en la parte que les toca.
¿Es cierto o no que, debido a la coyuntura (que cada uno lo interprete como quiera),  se nos va en pagar intereses lo más substancial del dinero que viene de los impuestos y de más dinero que hemos de pedir prestado con lo que llegamos a la pescadilla que se muerde la cola? ¿No es igualmente cierto que, cada día, es más difícil y más caro lograr de los mercados financieros lo elemental para seguir adelante?
Habrá que hacer algo ¿no creéis? Y que uno sepa, corresponde al Gobierno tomar la iniciativa y a los demás, sin dormirnos en los laureles, arrimar el hombro y desarrollar nuestra capacidad de aguante en la medida que nos corresponda.
¿Qué se puede mejorar lo que hace el Gobierno? Por supuesto que sí;  pero, si en algo podemos ayudar, que no sea caer en el desmadre callejero a expensas y siguiendo las consignas de quienes nos tratan como un rebaño de seres que padecen y no piensan. Bien sabemos que las masas pierden el norte cuando todo lo basan en la fuerza del “tirar hacia donde sea, pase lo que pase y caiga quien caiga”.
Trabajo, paciencia, generosidad y libertad es lo que el ciudadano responsable quisiera que hubiera en la medida que necesita España, tan atormentada ella por las ciegas manías de los especuladores, la escasa colaboración de sus socios europeos (con ese “banco clandestino” mirando para otra parte, los particularismos separatistas además de tantos y tantos incumplimientos constitucionales o falta de responsabilidad patriótica por parte del propio Tribunal …
¿Qué es eso de llamar a la rebelión de las masas incluso por parte de quienes son lo que son por la gracia de una Democracia, que se irá al garete si tú, yo y las personas de buena voluntad no ponemos de nuestra parte lo necesario para remediarlo? 

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