sábado, 12 de marzo de 2011

Hacia la Igualdad desde la Libertad

No al revés, como está visto que pretenden algunos de nuestros gobernantes. La experiencia nos muestra que la igualdad a base de latigazos o sanciones convierte en borregos a los que la sufren: borregos que pueden vivir tranquilos siempre que renuncien a cualquier aspiración que no sea acatar las órdenes del borrego mayor o jefe. Pero sí que hay otro tipo de igualdad nacida de una libertad aliñada con la fraternidad; esta igualdad es vivida por los privilegiados que aman en lugar de odiar o envidiar.
Desde este punto de vista ¿no créeis que el archirrepetido "Liberté, Egalité, Fraternité" sería más efectivo si, al traducirlo, cambiáramos el orden de llevarlo a la práctica y resultara Libertad y Fraternidad para llegar a la Igualdad?

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