El señor Rodríguez Zapatero nos ha devuelto a los tiempos del racionamiento: para arreglar todos los problemas derivados de nuestra dependencia en cuestión de energía no se le ocurre más que regalar bombillas (¿cuánto han costado?), regular la forma de vestir (¿por qué no ir todos a trabajar en paños menores?), no sobrepasar los 110 km/h (¿por qué no suprimir el 75 % de los coches oficiales?) o promocionar el recambio de neumáticos por otros que aun no están en el Mercado (¿cuánto nos puede costar una operación que no servirá de gran cosa?)… en lugar de abordar con la seriedad y rigor que merece cualquier medida relacionada con la energía nuclear, las renovables, el gas o el petróleo con criterios técnicos que garanticen el suministro, la seguridad, el respeto al medio ambiente y la competitividad de la economía española, todo ello sin dejar de aplicar todas las exigencias de seguridad en centrales nucleares, presas hidráulicas, estaciones eléctricas, etc… ni tampoco el abordar los problemas de suministro con criterios de racionalidad económica: ¿no es disparatado el pagar un sobrecoste de 1.600 millones de euros respecto a lo que pagan los franceses o alemanes? ¿Carece de importancia el hecho de que la luz haya subido un 60 % desde que Zapatero es presidente de gobierno, ello cuando el anterior gobierno del PP había reducido un 15 % la factura de la luz?
Como vecino de Alcorcón me gustaría saber qué piensa de ello el señor Cascallana y, por supuesto, don Tomás Gómez, a quien hemos oído declarar que el gobierno de la Comunidad de Madrid, al que aspira, seguiría con él la línea del señor Rodríguez Zapatero.
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