domingo, 12 de junio de 2011

Alcorcón está de enhorabuena

Ya está al mando de nuestra Ciudad, don David Pérez García, el Alcalde más votado de nuestra historia democrática: han sido 14.529 votos más que los socialistas encabezados por don Enrique Cascallana: éste se quedó con 26.806 votos contra los 41.335 logrados por la candidatura del PP  con nuestro nuevo Alcalde a la cabeza, a solo 151 votos de los 41.486 que logró nuestra Presidenta, doña Esperanza Aguirre, también ella con apabulladora victoria sobre su oponente, don Tomás Gómez  (1.544.660 sobre 783.034 votos, lo que hace un 51,74%  contra el 26,23 %  de los votos emitidos).
Nuestro nuevo Alcalde, además de reconocida capacidad intelectual con publicaciones como   Técnicas de Comunicación Política (Tecnos, 2003) y una buena preparación académica (Licenciado en Ciencias de la Información  por la Universidad Complutense de Madrid junto con  diversos cursos sobre gestión y dirección), pese a su juventud, ha acreditado durante no menos de doce años talla política y exigente sentido de la responsabilidad con puestos como el de Presidente de la Comisión Regional de la Sociedad de la Información, Secretario de comunicación del Partido Popular de Madrid,  Viceconsejero de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid y Portavoz del Grupo Popular en el Parlamento Regional de Madrid, puesto al que ha renunciado para dedicar todo su saber y voluntad  al desempeño de éste que, nos consta, es para él un apasionante desafío: ni más ni menos que dirigir los destinos de nuestra Ciudad durante los próximos cuatro años.
Nos da confianza  haberle oído decir: Me gusta tomarme muy en serio el trabajo, y así lo he hecho en la Asamblea de Madrid. A partir del sábado lo haré en Alcorcón como mejor sepa y pueda, con la verdad siempre por delante y con la máxima humildad, que es la que me ha permitido aprender de tantas y tantas personas que se han cruzado en mi vida y en mi carrera. Gracias a todas ellas.
Bien sabemos que su principal maestra ha sido y sigue siendo la trabajadora, generosa, liberal, valiente y pragmática Doña Esperanza Aguirre,  Presidenta de nuestra Comunidad. Seguro que de ella tiene muy bien aprendido lo del “pico y pala”, que muy bien podemos traducir por la máxima castellana de “obras son amores y no buenas razones”.  No podemos negar que ahí está el origen y resultado de esa seria y honrada  forma de hacer Política.
A la vista del desorbitado desempleo, del que, en una gran medida, es causa la pésima gestión del señor Rodríguez Zapatero a escala nacional y, por la parte que nos toca, el indebido tratamiento de los problemas municipales por parte del señor Cascallana, viene bien recordar cómo, tras ser proclamado primer Regidor de nuestra Ciudad,  don David Pérez García se ha comprometido a poner de su parte todo lo posible para que, sin utopías ni atropellos a la justa racionalidad económica,  empresarios, sindicatos, trabajadores y resto de los ciudadanos marchemos en la misma dirección para un radical cambio de rumbo en todo lo que toca a las oportunidades de Empleo con la mira puesta en el bienestar y consecuente prosperidad  de todos.
En la parte que nos toca ¿haremos todos nosotros otro tanto?

2 comentarios:

  1. Enhorabuena aDavid:

    Sinceramente le deseo lo mejor y esto lo digo por el bien de Alcorcón.

    Asimismo si no hace las cosas bien a mi leal y saber entender, tendrá mis reclamaciones como procede que sean efectuada las mismas, de forma correcta y por escrito.

    Aunque hay que dar tiempo al tiempo, para que se ponga al día, se organice y nos informe cuando vea como estamos, tal y como se ha comprometido con la Auditoria General. Luego ya veremos.

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  2. Hola Pedro,
    Harás bien aportando ideas y crítica constructiva ante los posibles fallos: en el talante de nuestro Alcalde está el escuchar, analizar y decidir. Es, por demás, un caballero que, en ningún caso, habría cometido la descortesía de no entregar personalmente el bastón de mando a quien le hubiera derrotado en unas elecciones, tal como, para vergüenza de los alcorconeros, ha dejado de hacer el señor Cascallana.

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