De entre el batiburrillo de zalemas, elegías y estrambotes que, el reciente fin de semana, ha recibido de sus discípulos, seguro que el señor Rodríguez Zapatero ha tomado buena nota de lo dicho por alguien que aspira a sucederle, quien, en emocionado discurso, ha pretendido convencer a los de siempre con lo de que “Zapatero representa como ningún otro un cúmulo de valores y convicciones”, tal como si, con ello, pretendiera concederle la categoría de un héroe súper demócrata y súper patriota cuya ausencia va a sumir a todos los españoles en la más triste de las orfandades. No faltará quien haga de ese concepto una magistral referencia o elocuente ejemplo de la mejor de las gestiones políticas posibles.
Que sepamos, fuera de las archiconocidas y deslavazadas PROCLAMAS O SENTENCIAS de Memoria Histórica, Alianza de Civilizaciones, Nación española como concepto discutido y discutible, la Tierra es del viento.., farfullerías sobre radicalismos sexistas o tratamiento de derechos y deberes.., torticeros trucos demagógicos como el de que tú eres malo luego yo soy bueno.., acciones como las de entrar en guerras que quieren no ser guerras o tratar de igual a igual a declarados enemigos de la integración nacional..., poco o nada queda para el bagaje ideológico del socialismo propuesto para este siglo XXI. Si ello es así, ¿será reconocido el señor Rodríguez Zapatero como el ideólogo de los socialismos españoles venideros? ¿Seguirán en sus trece los que, según propia confesión, quieren para su ciudad o comunidad todo lo que el señor Rodríguez Zapatero ha hecho en España? ¿Crecerá el número de sus fieles discípulos?
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